En Europa, España, Extremadura, Almendralejo, instituto Santiago Apóstol y, finalmente, en la clase de 2ºC había una clase de niños sobre todo inquietos y habladores. A cualquier profesor le asqueaba ,por así decirlo, dar clase allí, eran mal educados, había consumismo de chicle, daban macocas por allí y por allá, si alguien hacía una tontería había una rechifla de risa junto a una retahíla de insultos, y como algunos jugaban al fútbol en el recreo y en los cinco minutos los vapores tóxicos hacían que pareciese la canícula.Pero había una cosa que hasta al más gamberro le hacía estar callado, era una puerta misteriosa que había detrás de una estantería junto la puerta. Un día, en ausencia de una profesora, todos los alumnos se metieron en la clase por la ventana(ya que es la única que no tiene rejas) antes de que algún profesor se diera cuenta de que su profesora había faltado. Al entrar no dudaron ni un segundo en empujar el armario y entrar por la puerta, pero había un problema y es que la puerta estaba cerrada con llave. Los más fuertes la tiraron abajo, y lo primero que vieron fue un arco romano con sus dovelas pintadas, excepto una dovela que se desgastó con el paso del tiempo, un yugo del siglo IX, y un cuadro de un postillón famoso del siglo IIX.Estuvieron yendo allí los recreos y guardias de profesores que faltaban, hasta que un día una profesora se dio cuenta y los pilló con las manos en la masa, se pusieron tan histéricos que empezaron a correr y sin darse cuenta se rompió el cuadro del postillón famoso. Dio la casualidad que la profesora era aficionada a los cuadros y se puso a llorar, cuando los alumnos le preguntaron qué pasaba, les contestó que aquel cuadro valía miles de euros.
Esta clase es un corral de cabras.